La palabra compás lleva tilde cuando es pronunciada con vocal tónica en la «a».
Las palabras agudas acabadas en «n», «s» o vocal llevan tilde.
Análisis: por qué compás lleva tilde.
Analicemos paso por paso el motivo por el que compás lleva tilde. Este proceso está también explicado con más detalle en el libro de LlevaTilde, donde puedes aprenderlo fácilmente.
Separación silábica
El primer paso para determinar si una palabra lleva tilde es separar sus sílabas, que son los sonidos articulados en torno a una vocal en los que se divide una palabra. La separación silábica de compás es:
com - pás
Por lo tanto, la palabra compás está formada por 2 sílabas.
Clasificación por tipo de palabra
El siguiente paso es determinar sobre qué sílaba recae la vocal tónica en la «a». La sílaba tónica es la última de un total de 2 sílabas. Por lo tanto, compás es una palabra aguda.
Aplicación de reglas
Las reglas sobre tildes dicen que:
Las palabras agudas acabadas en «n», «s» o vocal llevan tilde.
Conclusión
La palabra compás, pronunciada con vocal tónica en la «a», lleva tilde.
Análisis morfológico
Compás es un sustantivo masculino singular.
Ejemplos de compás con tilde
«Tenía lentes gruesos y caminaba abriendo los pies como un compás, balanceándose sin la menor coquetería.» —Claudia Amengual en El lugar inalcanzable.
«Pero aún mejor ubicaba sus propias manos; las veía bien cerradas, cumpliendo la tarea como pistones de automóvil, como cualquier cosa que cumpliera su tarea moviéndose al compás de un balanceo rapidísimo.» —Julio Cortázar en Cuentos completos 1.
«Silbaba, marcando el compás con la marcha por el interminable pasillo.» —Julio Cortázar en Cuentos completos 1.
«A veces retomaba su loco viaje con tal brusquedad que la joven temía que lo escucharan desde la sala, donde el resto de la familia trajinaba al compás de los últimos aprontes para la ceremonia que tendría lugar a la mañana siguiente.» —Mercedes Vigil en Matilde, la mujer de battle.
«Se escucha el sonido de los pincullos y de las quenas, y el compás marcado por las sonajas de latón del pastor que escolta a las pallas, y por las azucenas que portan las muchachas, como arbolillos de luz y de colores.» —Edgardo Rivera Martínez en País de jauja.